enero 24, 2015

¿POR QUE MI HIJO NO QUIERE COMER? ¿QUE HAGO? 23 SOLUCIONES

Mi hijo no quiere comer
Derechos de imagen: ©Pixabay
No todos los niños nacen con un apetito voraz y muchos se vuelven difíciles para comer con el pasar del tiempo.

Existen muchos motivos diferentes por los que nuestros pequeños podrían perder rápidamente el interés en comer.

El primero y más común es psicológico, los niños tienen diferentes prioridades a las nuestras, mientras nosotros pensamos que es importante que coman para que crezcan sanos, ellos piensan que es importante jugar con sus juguetes, ver la televisión o estar en el computador.
Si pensamos como niños podremos encontrarnos con un sin fin de respuestas hacia el por qué el comer es una tarea tediosa, aburrida y nula para ellos.

Otro motivo es el que viene a partir de siempre comer lo mismo y de la misma forma, nosotros como adultos siempre queremos comer algo diferente de vez en cuando, no queremos sopa todos los días, ni cereales cada mañana, así que ¿por qué deberíamos pretender que nuestros hijos no se sientan igual?

Yo solía darle a mi hija una dieta muy balanceada, nutritiva y estructurada a base de cremas, sopas, papilla, batidos, vegetales hervidos o asados, cereales, yogurt, frutas, mientras yo comía carne asada con ensalada hervida y arroz ella comía crema de espárrago y así, este es un error común y muy frecuente ya que a la edad de mi hija (3 años) ya los niños pueden comer cualquier alimento sólido siempre y cuando no esté en exceso condimentado, tenga grasas malas, contenga picante o muchos ingredientes ácidos fuertes.

Claro que mi hija no quería comer, ¡estaba aburrida!

Esto no es todo, las malas costumbres alimenticias afectan mucho el apetito de nuestros hijos, nuestro cuerpo tiene su propio reloj biológico con alarmas que se sincronizan con el pasar del tiempo para recordarnos que debemos comer produciéndonos esos sonidos en el estomago o esa ansiedad de alimentarnos, si pasamos mucho tiempo comiendo a des horas en cantidades diferentes y poco variado nuestro cuerpo difícilmente recordara cuanta comida necesita y cuándo y por ende no encenderá sus alarmas. 

Desde el momento que nuestros hijos nacen acostumbrarlos a comer a horas fijas con cantidades controladas y actas es un factor primordial para evitar que con el tiempo su apetito se vea afectado.

En algunos casos el estado emocional también es enemigo del apetito de nuestros hijos, si están estresados, cansados, deprimidos o molestos esto podría afectarlos, al igual que a nosotros mismos perderán el apetito.

Como ven las razones por las que nuestros hijos pierden el apetito o no lo tienen no son tan diferentes de las nuestras.

Si el problema radica en que vemos que nuestros hijos comen muy poco antes de hacer una valoración negativa debemos tomar en cuenta que dependiendo de la edad, tamaño y nivel de actividad, los niños pequeños requieren aproximadamente de 1.000 a 1.400 calorías diarias.

El estomago de nuestros hijos es más pequeño al el estomago promedio de un adulto por lo que una porción 1 a 1 y 1/2 taza de comida para niños entre 2 y 4 años está bien si hablamos de cantidades cada comida.

Además tenemos que tomar en cuenta que si nuestro pediatra nos dice que nuestro hijo está sano entonces aunque a nuestro parecer sea poco lo que come nuestro hijo está consumiendo exactamente lo que necesita.

Los malestares estomacales como el reflujo o acidez también son un factor importante que influye en la alimentación de nuestros hijos, si cada vez que comen sienten reflujo o acidez asociaran el acto de comer como algo desagradable, muchos padres cuando sus hijos le expresan dolor de estomago durante las comidas tratan de forzarlos lo cual empeora el pensamiento negativo de los niños hacia el acto de comer.

La enfermedad también puede mostrarse como falta de apetito en los niños, comúnmente cuando nuestros hijos están sintiendo dolores de garganta, fiebre, congestiones nasales o cualquier otro síntoma de enfermedad se sienten menos atraídos hacia la comida, lo mismo pasa con su estado físico, si están muy cansados ellos preferirán dormir.

Por todo lo anterior dicho es importante que antes de preocuparnos tendamos a ocuparnos, llevemos periódicamente a nuestros hijos al pediatra y estemos al pendiente de su estado físico y salud antes de creer que nuestro hijo simplemente no quiere comer.

Existen varios métodos para estimular a nuestros hijos a tener un mejor apetito, estos dependen del tipo de problema que este presentando, pero en este post realizaremos todo por descarte, ya que a menos que se trate de una cuestión de salud no podemos saber que exactamente es lo que le afecta a nuestros hijos, si son uno o varios factores debemos intentar varias estrategias.

Cosas que no debemos hacer:

1. No creemos en nuestros hijos un pensamiento negativo hacia el acto de comer amenazándoles, regañándoles o forzándoles, el acto de comer debe darse de forma suave y relajada, porque de igual manera empujarlos a comer a las malas les podría producir una mala absorción de nutrientes o problemas durante la digestión.

2. No enseñemos a nuestros hijos que comer es un acto materialmente recompensado, está bien que tratemos de sobornarlos de vez en cuando con un dulce o un regalo si come sus alimentos, pero lo más importante es que el niño no acostumbre a creer que eso es algo común y que así será siempre, puesto que en el primer momento que no obtenga nada por comer perderá el interés en seguirlo haciendo.

3. No forcemos su cuerpo, si nuestro hijo come y se siente satisfecho no debemos obligarlo a seguir consumiendo más de lo que su cuerpo le ha aceptado recibir, solo le produciremos estrés y frustración y mal formaremos el acto de comer en sus mentes.

Cosas que podemos hacer

1. Enseñemos a nuestros hijos de donde viene la necesidad de comer, por que comer es importante, que le hace a nuestro cuerpo y cuantos beneficios nos da el comer.

Podemos explicarle esto con dibujos, haciéndoles una canción, o avisándoles que función cumplirá en su cuerpo lo que está a punto de comer.

A modo de ejemplo, si le damos de comer un día a nuestros hijos plátanos asados con queso para el desayuno podemos decirles que el plátano con queso es comida de campeones, que muchos deportistas y personas fuertes lo comen, porque nos vuelve más fuerte, nos llena de energía y comiéndolo podremos hacer muchas más cosas en el día.

2. Gratifiquemos a nuestros hijos conscientemente, la motivación es algo importante para realizar cualquier tarea, si bien para nuestros hijos jugar es una prioridad entonces tenemos que lograr que comer también lo sea pero de una forma equilibrada y consciente.

Cuando nuestros hijos se sienten a comer estemos al pendiente y si dan un bocado felicitémoslo, " que bien hijo/a estas comiendo, eso me hace muy feliz" "me encanta cuando comes hijo/a te cocine con mucho cariño" y en momentos fuera de la hora de comer también podemos volverle un pensamiento positivo hacia el comer pidiéndole un dibujo de ellos comiendo, por ejemplo "hijo/a que lindo te ves en este dibujo, lo pondré en la cocina para recordar lo lindo que te vez al comer".

3. El amor abre el apetito, las personas felices comen mas y los niños felices también, abrazos, besos y cariño horas antes de comer son un buen incentivo para comer, siéntate con tu hijo/a a jugar y luego dile "waow tengo mucha hambre, ¿me acompañas a comer? Luego venimos y seguimos jugando, no quiero comer solo/a"

4. Mas actividad física, mas apetito, así es si nuestro hijo no es muy activo probablemente su cuerpo no consume todas las calorías que ingiere y por tanto su apetito se verá afectado, practiquemos algún deporte con nuestros hijos o actividades que requieran de un esfuerzo físico adecuado para ellos como ir a andar en bicicleta o salir a caminar.

5. Créale el pensamiento de igualdad, la psicología inversa es un método tramposo pero funcional, si vez que tu hijo tiene mucho interés en portarse como un adulto o hacer cosas de niños grandes prueba durante las comidas servir la comida a todos por igual pero a tu hijo quítale un ingrediente y quítale justamente el ingrediente que menos le guste frente a él.

Ejemplo: arroz, carne y vegetales para todos y para tu hijo solo arroz y carne.

Prueba decirle: "oh, hijo lo siento verdad que estas todavía estas pequeño, esto es para niños grandes".

Has esto con el mismo ingrediente durante una semana y la semana siguiente dile que ya es un niño más grande y que ese día será un día especial porque comerá algo para niños de su edad.

Si tu hijo aun no ha probado ciertos vegetales y quieres implementarlos a su dieta esta es una buena estrategia.

6. Foméntale el amor a la comida, sienta a tu hijo cerca de vez en cuando en la cocina para que vea el trabajo que lleva cocinar y házselo ver como algo divertido, tu hijo poco a poco querrá preparar sus propias comidas, que tal si le enseñas a hacer un sándwich o le pides que te ayude a limpiar los vegetales, de seguro se sentirá feliz de comer algo que el mismo preparo.

7. Se creativo en la cocina, no cocines todo siempre de la misma manera, si a tu hijo no le gusta el pollo quizás prepararle pollo asado no es buena idea, pero tortillas de huevo y pollo podría funcionar. Y si no gusta del jugo de guayaba prepárale dulce de guayaba y no jugos con ese ingrediente.

8. Se comprensivo, nosotros mismos como adultos tenemos alimentos en la lista negra, alimentos que simplemente no pasamos y no nos gustan, está bien que quieras enseñar a tu hijo a comer de todo pero también debes tomar en cuenta que ciertas cosas jamás le gustaran aun después de adulto.

9. Comidas divertidas, si tu hijo es fanático de los superhéroes, ¿por qué no hacerle pensar que dentro de la comida hay un villano miniatura escondido al que deben vencer y por eso tienen que comer toda la comida? Como si fuera una misión; si en cambio es un niño de retos entonces rétalo a ver quien come más rápido, si le gustan los juegos simples prueba hacer el juego de "yo como con tu mano y tú con la mía al mismo tiempo".

10. Evita las comparaciones, si uno de tus hijos come más que otro no los compares, comer desanimado no refuerza para nada el apetito. 

11. Cuida el estado de ánimo de tus hijos, si tu hijo esta triste no lo obligues espera que deje de estar triste para pedirle que vaya a comer, haz lo mismo con todas las emociones.

12. Si eres un padre paciente puedes preguntarle si tiene hambre a la hora de comer si no la tiene preguntárselo cada media hora, en algún momento te dirá que si y cuando lo haga dale de comer y acompáñalo, dile que te gustaría que comieran juntos de vez en cuando y que te gustaría intentar comer juntos la próxima vez.

13. El soborno silencioso es una buena opción para padres que ya lo han intentado todo, que tal si sirves la comida y dejas en el centro de la mesa el postre favorito de tu hijo, dile a tu hijo que comerás muy rápido porque quieres comerte el postre antes de que los otros se lo terminen primero, hazlo como un secreto: "hijo vamos a comer rápido para comernos el postre o tu mama se lo va a comer todo".

14. En la unión esta la fuerza, habla con tu pareja sobre como llevaran la situación así estarán sincronizados y evitaran choques al momento de hablar con sus hijos, si la madre dice no y el padre dice si o viceversa el niño siempre buscara el apoyo de uno de los dos para evitar las horas de la comida.

15. Foméntale buenas costumbres de alimentación, dale las comidas todos lo días a las mismas horas y de vez en cuando media hora después de lo acostumbrado, su reloj biológico comenzara a recordar esas horas y a ayudarte a abrirle a tus hijos el apetito.

16. Complejos vitamínicos y estimulantes, si el asunto va de grave consulta con tu pediatra que vitaminas o estimulantes puedes darle a tu hijo para ayudarlo a sentir más apetito, el estimulante más común es el complejo B.

18. Complicidad, curiosidad y intriga al comer, una amiga tuvo que armar una película completa, todos los días guardaba "celosamente" troncos de brócoli con queso crema en la nevera y le decía a su esposo frente a los niños que eso era solo de ella y que nadie lo debía comer, la curiosidad de los niños fue creciendo alimentada por su padre quien les decía que lo que su madre no compartía era delicioso, más rico que el chocolate y que por eso no lo compartía, cuando la madre lo comía hacía gestos con la cara como si lo que masticaba fuera lo mejor del mundo, luego un día el padre le dijo a sus hijos que había conseguido lo que mama comía y lo había comprado y que esa vez ellos se lo comerían frente a ella y no le darían, así fue, ahora los niños hoy en día adultos adoran el brócoli.

19. Memoriza las recetas favoritas de tus hijos y transfórmalas, si a tu hijo le encantan los frijoles pero no la papa, has puré de frijoles con papas licuadas como base, no notara la diferencia de inmediato y después de un tiempo confiésale que ha estado comiendo papas y que el que no le gusten las papas de una forma no quiere decir que no le gusten de otra, haz lo mismo con todos los demás alimentos.

20. Comidas exóticas, tal vez el paladar de tu hijo sea más exigente de lo que parece y aun no lo has descubierto, una pasta al pesto, un pollo relleno o tal vez calamares al ajillo podrían ser el tipo de cosas que a él le gusta más comer.

21. Acompáñalo a comer, si tu hijo siente que comer es aburrido haz un esfuerzo de hacer el tiempo para sentarte a comer con él, hable con el de sus amigos o su serie favorita.

22. ¡Ten cuidado! Puede que tu hijo sea intolerante a ciertos alimentos y por eso los rechace o trate de vomitarlos.

23. Si ninguna de las cosas anteriores funcionaron llévalo al pediatra, si el pediatra dice que todo está bien, tomate un descanso por un tiempo y vuélvelo a intentar todo otra vez después, pero de lo contrario no te alarmes sigue las indicaciones del pediatra y todo saldrá perfecto, el reflujo o la acidez por ejemplo es muy común en los niños pero es bastante manejable.

La verdad que con mi hija hice muchas de estas cosas y han funcionado muy bien, descubrí en el camino que mi hija sufre de reflujo si come cosas muy condimentadas, tiene un paladar muy exigente en vez de papas al horno prefiere papas rellenas, fácilmente compite por ver quién come más rápido y si hay postre se emociona, come con entusiasmo si ha ayudado a cocinar, le encanta jugar a dale de comer a su papa mientras él le da a ella de comer y no gusta de comer sola, desde que descubrí todo esto ya no me he vuelto a preocupar.

Muchas gracias por leer el post, suscríbete a mi blog si quieres más consejos como éste.

Te aseguro que he escrito este post con mucho cariño y esperando poder ayudar a muchas personas ♥ así que si te ayudó y te ha gustado compártelo y siéntete libre de dejarme un comentario, quiero saber tu opinión.

YJMDG 
No hay comentarios: